En el mundo del maquillaje, la práctica es tan importante como el conocimiento teórico. Algunas personas nacen con ciertas habilidades, pero muchas de ellas también pueden adquirirse con una formación adecuada. Contar con las competencias necesarias te permitirá avanzar en esta carrera, pero para ello necesitas ser listo/a como profesional. Aunque creas que ya tienes todo lo necesario, nunca está de más verificar en qué aspectos podrías mejorar.
Toma esta lista como un impulso para seguir creciendo y convertirte en un mejor maquillador/a. Aunque hay muchas habilidades que pueden ser útiles, aquí te comparto algunas de las más relevantes:
1. Habilidades de comunicación
La comunicación es clave desde el primer contacto con el cliente. Asegúrate de estar siempre disponible y receptivo/a a través de correos electrónicos, llamadas o mensajes, según el medio que prefieran tus clientes. Una interacción fluida y organizada facilitará que te elijan nuevamente para futuras oportunidades. Además, te permitirá trabajar de forma más relajada y efectiva.
Durante la sesión, también es importante mantener una buena comunicación. No basta con saber lo que estás haciendo; el cliente valorará que respondas a sus preguntas sobre el proceso o el producto que estás usando. Explicar cada paso genera confianza y puede agilizar tu trabajo al dar instrucciones claras para colaborar mejor.
2. Trabajar bajo presión con tranquilidad
En ocasiones, el maquillaje debe realizarse en situaciones de mucha presión, como antes de una sesión fotográfica, una actuación o un evento importante. Las fechas límite y los contratiempos pueden ser estresantes, pero mantener la calma es esencial. No permitas que los nervios te dominen; respira profundamente y enfócate en completar el trabajo con serenidad y eficacia.
Proyectar calma y profesionalismo no solo genera confianza en el cliente, sino que también ayuda a que el proceso fluya mejor. Mantén una actitud profesional en cualquier circunstancia, cumpliendo plazos y demostrando que puedes adaptarte a las exigencias del entorno.
3. Gestión del tiempo
La organización del tiempo es crucial para cualquier maquillador/a. Tienes el control sobre tu agenda, pero una vez que aceptas un compromiso, debes cumplirlo con responsabilidad. Nunca canceles una cita para aceptar una oferta mejor remunerada; esto podría perjudicar tu reputación.
También es importante ser eficiente al realizar el maquillaje. Aunque cada cliente merece tu atención al detalle, nadie quiere pasar horas en una sesión. Trabaja de manera rápida y precisa para cumplir con los horarios previstos, y siempre sé puntual en tus citas, incluso si el cliente llega tarde.
4. Atención al detalle
En el maquillaje, los detalles lo son todo. Los clientes esperan que su eyeliner esté perfectamente definido, que los ojos ahumados estén impecablemente difuminados y que cada aspecto del look sea visualmente atractivo. Los pequeños errores pueden notarse fácilmente, por lo que debes ser minucioso/a y crítico/a con tu propio trabajo.
En mi escuela de maquillaje, considero que la atención al detalle es una habilidad esencial. Enseño a nuestros estudiantes a reconocer sus errores para seguir mejorando. Saber identificar áreas de oportunidad, como un labial que no está perfectamente aplicado o unas cejas que necesitan más definición, es el primer paso para crecer como maquillador/a.
Recuerda: la práctica hace al maestro. Trabaja constantemente en perfeccionar tus técnicas, y no dejes de aprender y mejorar en cada oportunidad.